Ahí le has dado...

Decíamos ayer... que los genios no necesitan presentación. Y me corrijo. Alguno sí. El señor del medio de la foto de arriba es Emilio Mercader, o lo que es lo mismo la tercera pata del banco de producción. En alineación alfabética quedaría de la siguiente forma: Mercader (Emilio), Romero (Jose) y Varona (Pancho). Sobresaliente trabajo el suyo porque lejos de intentar ser protagonistas han sabido remangarse y remar a favor.

Tal vez deberíamos empezar por el principio: ¿alguien sabe lo que hace un productor? Básicamente se sienta con los músicos y sugiere. Sugiere arreglos, cambios en las melodías, corrige secuencias melódicas, exprime y fuerza a los artistas para que den lo mejor de ellos, discute cambios... Pero sobre todo sugiere. Sugiere en el mejor de los casos, porque a veces impone y ahí la hemos liado. Algunos productores alcanzan el status de estrellas y empiezan a apoderarse de los músicos con los que colaboran creando un artificial "sonido X" que se contagia de producción en producción a la mayor gloria del "productor X" y en detrimento de la verdadera voz del artista.

Afortunadamente no ha sido el caso. Han sugerido, han corregido, han exprimido... pero siempre desde el respeto y desde la idea de que todo lo que no suma, resta. Admiraban la música de Adrede antes de entrar a grabar. Les gustaba y en ningún caso han estado involucrados como una actividad de mercenariazgo. Y se nota. El resultado es plenamente coherente con las maquetas que purulan por la red y sin embargo suena distinto. Suena... mejor. Suena más nítido, más contundente, más arreglado (y que conste que en este contexto, arreglado puede significar, paradójicamente, más sencillo).

Tres más sumando talento para un disco que, de verdad, es francamente impresionante (y siento volver a poneros los dientes largos pero es que este disco desnudo, en su versión de premezclas y sin masterizar, es... se me acaban los calificativos).

Webmaster