¿Por dónde empiezo? ¿por el llenazo en la Caracol? La respuesta del público demuestra que esta gente está hecha de otra pasta. Un grupo sin disco (de momento), que actúa de forma regular en Madrid, un martes (al día siguiente a trabajar y a madrugar) de junio (exámenes) con un Madrid-Barça en la tele (de baloncesto, pero final de la ACB y Madrid-Barça al fin y al cabo) y no hay más que ver que la Caracol (sala de aforo importante, una de las de mayor solera en la capital) estaba llena de cabecitas que cantaban y se emocionaban al ritmo de la música.
¿O mejor hablo de lo que pasó sobre el escenario? Estos cuatro cada día están más grandes. Yo he tenido la suerte de verles en directo un montón de veces (he perdido la cuenta) y, desde esa perspectiva, he de decir que no han parado de crecer. Recuerdo el primer concierto y tener la sensación de estar viendo algo diferente. Recuerdo también un comentario de Pancho Varona el primer día que les vio sobre un escenario: "No os sobra ni os falta nada, no toquéis nada porque sois los cuatro músicos que necesita este proyecto y sonais a banda de verdad". Pero es que encima no paran y van para arriba. De verdad de la buena, honestamente lo creo, son uno de los mejores grupos que hoy por hoy se pueden ver en directo en España (a duras penas se me ocurren tres o cuatro que, como grupos, pueden estar a la altura).
¿Y si hablamos de las diferencias de percepción? Increible pero cierto. Ayer al bajar del escenario comentaban (con esa autoexigencia de los buenos músicos que muchas veces les impide disfrutar de momentos como los de ayer) que se habían notado tensos, que nunca habían terminado de estar cómodos. En el fondo lo de ayer era, en muchos aspectos, una especie de examen. E incluso los alumnos más brillantes que se saben la lección de carrerilla sienten esa punzadita en el estómago. Sin embargo bajo el escenario no se notaba nada. No por lo menos en la zona en la que yo estaba en la que la entrega del público era total. Había una energía increible, una carga positiva que invadía el local. A mi lado dos chicas comentaban al acabar el concierto que aquello había sido "como un chute de vitaminas". No se me ocurre mejor resumen, la verdad.
Noche apoteósica (se lo merecen), noche mágica para recordar: yo estuve en la Caracol...
PD: Sí, también es cierto. Hay margen para la mejora. Son muy grandes pero pueden crecer más. Lo pongo porque seguro que en breve entran aquí los muchachos a decirme que exagero, que no son para tanto y que... Y lo siento, son para tanto. ¿Qué hay aristas que pulir? Por supuesto, pero son detalles. El diamante está ahí a la vista de todos...
PD2: La foto ha sido añadida a posteriori. Muchas gracias a Laura (¡fotógrafa oficial de la web!) y un saludo a los "sospechosos habituales" que siempre aparecen en las primeras filas de los conciertos de Adrede.