El calor acumulado de una tarde puramente veraniega en plena primavera (cosas del cambio climático) se condensó en el interior de la sala Heineken el pasado 25 de abril en el enorme recital que ofreció el grupo Adrede, inmerso en la gira de presentación de su disco por toda España. La banda, que ya había actuado en Madrid al inicio de la gira en un multitudinario concierto en la sala Caracol (lleno absoluto y público fuera sin poder entrar), veía esta nueva cita como el momento de la consagración en la capital y, desde los primeros acordes, quedó claro que así iba a ser.
Porque, a pesar de que los músicos se quejaban por el deficiente sonido dentro del escenario y de que en el arranque del concierto el sonido dejaba algo que desear, el personal acudía a la cita entregado de antemano, dispuesto a celebrar la puesta de largo en una de las salas con mayor solera y prestigio. Por un lado estaban aquellos que, tras haberles disfrutado en salas mucho más pequeñas y en peores condiciones, entendían la presencia en la Heineken como una especie de reconocimiento del salto cualitativo alcanzado tras la publicación del disco. Por otro, una gran mayoría de público que a través de "La vida a un palmo", single de presentación, se ha enganchado a la música y al estilo de Adrede, un estilo fresco y con voz propia dentro del panorama musical patrio.
La alquimia que tan bien funciona en el disco (entre el público avistamos a Pancho Varona y a Emilio Mercader, artífices de la producción junto a José Romero), sobre el escenario se desarrolla con una fuerza y una pegada que rompe desde la batería y que se contagia en forma de tormenta eléctrica al resto del grupo. Porque otra de las características que hace que Adrede diste de ser una banda "normal" es que allí hay cuatro músicos con personalidad y entidad propia cuya suma desemboca en un sonido único. Visual y acústicamente destaca Alberto Brenes, probablemente (y sin exagerar) el mejor batería de su generación: puro músculo que se complementa con la estructura ósea que articula Daniel Arroyo con su bajo de cinco cuerdas, elegante hasta cuando se quita el sudor.
Capítulo aparte merece Sidney Gámez, vocalista y guitarra de los extintos Sobrinus, que, entre acordes y solos, se deja la piel y el sentimiento en un quejío entre rockero y flamenco, entre pasion contenida y desbordada entrega. Cierra la cuadratura de este círculo JuanP Holguera, que ejerce de portavoz durante casi toda la noche sin descuidar (¡en absoluto!) sus impagables coros mientras solventa impecablemente, de tan fácil que lo hace parece no suponerle esfuerzo alguno, su tarea como guitarrista del grupo.
El repertorio se va desgranando con algunas sorpresas (como el estreno de un tema nuevo , "África", y, sobre todo, con una vibrante reinterpretación del clásico de Golpes Bajos, "Malos Tiempos") hasta alcanzar el momento álgido de "La vida a un palmo" (un tema mágico, de esos tan redondos que es difícil encontrarle pegas). A estas alturas la banda se encuentra en su salsa (solventados los problemas de monitores que les martirizaban al inicio del concierto) y el público está rendido. Llega el momento de la primera pausa que es mucho más breve de lo habitual pues el griterío de los allí presentes hace que no se hagan de rogar.
Sidney aparece sin guitarra y JuanP rasga los primeros acordes de "La nana" una canción llamada a ser un clásico que el público corea dando lo mejor de cada uno. Sin dejar espacio a la relajación vuelven a la carga con energías renovadas para acabar el concierto con "Porque es mío", otro de esos temas llamados a ser sonar en todas las radios. Los cuatro se abrazan y saludan al respetable que inasequible al desaliento exige de nuevo la comparecencia de la banda. En el camerino se debate si volver a salir y, una vez decididos, si repetir un tema o retomar alguna de las canciones que quedaron fuera del disco. Hace mucho tiempo que no tocan el "Teki", pero está claro que sigue siendo uno de los favoritos de quienes se han descargado las maquetas del disco pues no hay actuación del grupo en la que no se requiera su interpretación.
Finalmente se deciden a salir y piden disculpas por los posibles errores que puedan cometer (a nadie le importa). Improvisan y la jugada sale redonda (alguien entre el público comenta que es la primera vez que escucha la canción pero que se ha quedado pegada a ella). De nuevo se despiden (ésta sí que es la buena) y poco a poco la sala va quedando vacía. La satisfacción es generalizada y la comunión entre el público y la banda se traduce en las caras de alegría de cuantos abandonan el local y la satisfacción de los Adrede, emocionados al comprobar en vivo y en directo que, efectivamente, han dado un paso adelante.
8 espontáneos:
Hola! me alegra mucho que os fuera tan bien, bonita cronica para l@s que no pudimos estar alli. Que ganas de escuchar "Africa", espero que no tardeis en volver :)
1 abrazo.
Hola Violeta. Para que no tengas que esperar mucho ahí te va un enlace.
Ah! mu bonito el "Teki" lo tocáis en vuestra tierra, a los demás que nos den, no? nosotros también fuimos un público cojonudo, verdad? jajaja; de todas formas yo seguiré vuestra música hasta donde pueda. Gracias y no os canséis nunca.
Un beso,
Isabel
Amiga Isabel, no es cosa del sitio, sino del momento. Como tampoco es cosa de uno u otro público. Por suerte, creo que podemos presumir de tener un público que es una pasada de buena gente. Saludos a tod@s!
Oh! hola Webmaster, gracias por el detalle del enlace jeje. Aunque no se escuche muy bien parece que no tiene mala pinta :)
a ver si la escucho mejor pronto, no?
Besos
Por cierto, se sabe algo de los cd's de Sobrinus?
Que tal 'fenomenos', soy Jesús de Córdoba, estuvimos en la sala Gongora, os acordais?? hehehe espero que si, estuve este finde en Madrid pero llegue bien tarde el viernes y no pude ir a veros al concierto, me sabe mal pero weno, espero que no sea la ultima ocasion de veros, seguro que ya mismo tenemos la oportunidad de vernos por aqui en Córdoba o por aqui cerca y darnos otro homenaje. Bueno os mande las fotos que me pedistis, lo prometido es deuda, si no os llegaron comunicarmelo bien por aqui o bien a mi direccion de correo esules@hotmail.com que os la vuelvo a mandar. Lo dicho, a ver si venis mas por el sur, os deseo todo lo mejor, sois unos cracks.
UN SALUDO.
PD: Alberto, espero que la proxima vez estes en forma por si hubiese que darse otra carrera hahahaha UN SALUDO.
Después del pedazo de concierto que nos regalásteis en la sala Caracol ha sido un placer poder ver de nuevo vuestro directo en Heineken.
No os voy a decir la cantidad de cosas que transmitís con lo que hacéis porque ya lo sabréis y os lo habrá dicho gente con mejor criterio.
¿Para cuándo el próximo en Madrid?
Qué grandes.
Una admiradora más.
gracias por la crónica y el link ^_^ al menos algo para resarcirse de la falta de conciertos.
bxukos!
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