Días en los que se aprenden cosas

Ya estamos a lunes, y yo con estos pelos. Bueno, estos pelos son porque no he salido de casa en toda la mañana, escribiendo y tocando, tocando y escribiendo, hablando por el móvil y por el messenger ese y vuelta a empezar. Me han llegado un par de paquetes con discos, algunos buenos, otros mejores. Ahora le estoy dando al nuevo de Bill Frisell.

No sé si lo sabéis, pero él es uno de mis guitarristas favoritos. El otro día le decía a Juanjo que lo que más me gusta de Bill Frisell es la forma en que toca, el sonido que saca de la guitarra, por encima de las composiciones. Vamos, que prefiero su sonido a sus canciones. Aunque también me gustan, claro.

Ayer vi por fin No es país para viejos. Qué peliculón, amig@s. Me ha encantado. Os la recomiendo. Ya me habían hablado muy bien de ella, pero es que verla es otra cosa. Todavía no he visto una peli mala de los hermanos Cohen. Eso sí, esta es algo distinta al resto de su filmografía, o al menos a mi me lo ha parecido.

Pues poco más por hoy. Al menos por mi parte. Ya me diréis vosotros.